De conformidad con el decreto 1278 de 2002, en su artículo 26, el ejercicio de la carrera docente estará ligado a procesos evaluativos de manera permanente, en tanto los profesionales de la educación son personalmente responsables de su desempeño de conformidad con el tipo y la naturaleza de su cargo.
La evaluación del período prueba se encuentra definida en el artículo 31 del Decreto Ley 1278 de 2002, como aquella que se aplica a los docentes y directivos docentes que ingresaron al servicio educativo luego de superar el concurso de méritos correspondiente, con el fin de evidenciar y valorar, de manera objetiva, el desarrollo de la labor del docente y directivo docente donde se observa su solidez conceptual, sus actitudes y habilidades en diferentes escenarios de la comunidad educativa.
En efecto, la evaluación en período de prueba es un ejercicio permanente en el que se verifica si el educador demuestra idoneidad y eficiencia en el desempeño de sus funciones, derivada de su título profesional y la superación de un concurso público, lo cual la convierte en aspecto de gran importancia en el proceso de mejoramiento de la calidad educativa.
La evaluación anual de desempeño docente, entendida como “la ponderación del grado de cumplimiento de las funciones y responsabilidades inherentes al cargo que desempeña y del logro de resultados, a través de su gestión” (Decreto 1075 de 2015, artículo 2.4.1.5.1.2.), conlleva a la recolección de información acerca del desempeño de los educadores en su ejercicio profesional, para valorar dicha información en relación con sus funciones y competencias atribuidas a su cargo. Por ende, se ha constituido en un factor estratégico en tanto se entienda como una práctica cotidiana que genere un impacto significativo en los procesos de enseñanza – aprendizaje en las instituciones educativas, ya sea desde la dirección y gerencia de los establecimientos o desde la práctica pedagógica en el aula.
Por otro lado, la evaluación anual de desempeño laboral de docentes y directivos docentes, en el marco del mejoramiento, busca propiciar en ellos la capacidad de reflexión sobre su propio desempeño y su responsabilidad frente a la calidad de la educación, identificar sus necesidades de aprendizaje y desarrollo de competencias para la docencia y la dirección educativa, así como promover el reconocimiento y la valoración de su quehacer profesional.
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